La vida según Balah

Ni la actualidad, ni los sueños, ni los amigos, ni las fantasías... se ven igual detrás de unos barrotes. Balah es un hamster hembra pequeño, muy inquieta, pero con una gran capacidad de análisis de la realidad, de la actualidad, de la vida en general. Ahora tienes acceso a sus pensamientos, retoma el testigo que dejaron en su día Gnocchi y Zucco y continúa alimentando el primer blog creado por roedores en Internet...

13 octubre 2005

¿Sabes quién soy?


Hola! Soy un hamster hembra de raza común. Nací en Málaga en abril de 2005 y allí pasé mis primeros meses de vida. Llegué incluso a conocer un amor, pero el destino nos separó poco después de encontrarnos. Yo tuve que emigrar a Madrid a finales de julio de 2005 porque me regalaron a mi dueño Manu por su cumpleaños.

Aún recuerdo el viaje que hice en tren, aquello se movía mucho y yo estaba completamente asustada... Me encontraba mareada y con ganas de vomitar, pero no sabía por qué. Además, todo el mundo a mi alrededor me llamaba Paco, y yo soy una chica.

Los inicios en la gran ciudad fueron duros. Empecé viviendo en una jaula pequeña de barrotes de color rojo, en la que tuve a mis 9 hijos, fruto de mi relación con el ratón malagueño. A partir de ese momento me cambiaron el nombre y pasé a llamarme Gnocchi. Los crié lo mejor que pude dentro de las limitaciones de espacio que teníamos hasta que se hicieron mayores y cada uno emprendió una nueva vida en solitario... algunos se fueron con amigos de Manu, otros fueron llevados a una tienda para animales...

Con el tiempo, he conseguido tener una casa más grande, con dos pisos y un tobogán, en la que puedo moverme bien y hacer ejercicio. Me gusta comer fruta fresca y me relamo cuando me dan un trozo de queso. Me gusta la higiene, mantener mi jaula limpia y limarme los dientes en los barrotes. También me gusta ver la televisión, me quedo traspuesta mirándola. Así me entero de toda la actualidad, me gusta saber qué ocurre a mi alrededor.

Lo que más odio es el frío (he llegado a romper un cojín para quedarme con su relleno y hacerme un nido). A veces me dejo coger y soy cariñosa, pero reconozco que cuando estoy de mal humor o nerviosa no quiero que nadie me moleste.
En fin, esta soy yo. Espero que os guste lo que escribo y que me rasquéis detrás de las orejas cuando me veáis (me encanta).

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