Good bye Routemaster!

Ohhh estoy tristona... siempre he querido ir a Londres para subirme en un Routemaster, el autobús imperial de dos pisos abierto por la parte trasera que se había convertido en todo un símbolo del glamour, la modernidad, la apertura, la diversión, el espíritu 'cool' de la capital británica.

Sin embargo, hoy será la última vez que estos entrañables medios de transporte puedan verse por las calles de Londres, ¡y yo me los voy a perder para siempre! Hubiera subido y bajado una y otra vez las escaleras, piso arriba, piso abajo... Londres ya nunca volverá a ser lo mismo...

Le iba a pedir a Manu que me llevase este fin de semana en plan escapada (romántica?) a verlos, pero estoy castigada sin salir de la jaula. Anoche es que estaba más nerviosa de lo habitual (sería porque era noche de nominación en Gran Hermano) y resulta que le mordí en el dedo. Después me perdonó y me sacó a dar vueltas en la bola... pero como soy muy lista y he aprendido a abrirla, pues me escapé.

¡Y menudo susto! No aparecí hasta una hora después. Manu se enfadó conmigo y me pegó fuerte en el culo y me metió en la jaula. Se olvidó incluso de darme de comer...

No se qué hacer para congraciarme con él... :(