La fiebre consumista llega a Tierra Santa

Ya sabéis que yo, lo que se dice muy beata no soy, y que tampoco me gusta demasiado que me den vueltas y más vueltas en los atracciones de los parques de atracciones... Sin embargo, surfeando por Internet, he encontrado un parque temático de esos a los que me gustaría asistir, aunque sea por cotillear un poquito.

Se llama Tierra Santa (http://www.tierrasanta-bsas.com.ar), y está situado en La Costanera, en la zona norte de Buenos Aires (Argentina). Como su propio nombre indica y su eslogan Bienvenidos a la tierra en la que historia y diversión se juntan, debe ser un lugar divino. El entretenimiento consiste en recorrer un circuito preestablecido en el que vas pasando por diversas atracciones y espectáculos que recrean la vida de Jesucristo... ¡alucinante! Los distintos espacios que se visitan reciben los nombres de La Creación, El Pesebre, La Resurrección... incluso tienen un Muro de las Lamentaciones! Yo quiero ir! (es que a Israel me da un poco de miedo, de momento).

Pero no os creáis que es un paraíso de oración y meditación, que la fiebre del consumismo ha llegado también hasta Tierra Santa. El parque temático está salpicado de restaurantes con títulos tan bíblicos como El Arca de Noé, en el que se puede degustar comida armenia. También hay numerosas tiendas de recuerdos, en las que se puede comprar desde un rosario a la moda hasta un completo juego de tazas de café conmemorativas...

Sin querer frivolizar, y con el mayor de los respetos, me parece muy curioso el lugar en cuestión y me gustaría recorrerlo. Me engatusa el olor a incienso y seguro que allí se respira bastante... aunque lo que realmente me gustaría comer son unas facturas (bollo típico) de cabello de ángel (es lo que se estila en un lugar así, no?) Aunque, personalmente, creo que disfrutaría más las rellenas de dulce de leche, que yo soy muy golosa. Besitos.